Huelva, 10.06.14.- La revista satírica Mongolia ha denunciado a través de Twitter que otra red social, Facebook, les ha bloqueado durante tres días por considerar que había colgado un contenido inapropiado, advirtiéndoles de que las cuentas pueden inhabilitarse definitivamente, según cuenta huelvahoy.com.
El origen ha sido una sátira (crítica, diatriba, invectiva, burla, sarcasmo, ironía, retintín) en torno al ‘salto de la reja’ de los almonteños del pasado domingo en El Rocío.
Desde Facebook se asegura que dicha crítica no cumplía con “las normas comunitarias” de la red social.
Por ello, la revista ha difundido una captura de su broma inicial y del mensaje que recibieron con el bloqueo temporal de tres días.
Mongolia ha lamentado este bloqueo y recuerda que Facebook “tiene unos estándares bastante rígidos de ‘comportamiento’ en su red social”. Y explica: “Dichas normas no suelen ser ejecutadas, ni los usuarios banneados, de forma automática (salvo, por ejemplo, que muestres un pezón de una mujer, claro o los genitales de un hombre). En general, depende de que usuarios denuncien dicho contenido por varias motivaciones tipificadas: contenido “violento”, “sexista”, “racista”… sin que, como administrador, nunca sepas quién se ha molestado, te ha señalado y ha conseguido que te cierren”.
En relación a quienes denunciaron en Facebook la alusión al ‘salto de los almonteños’ “no fueron gilipollas católicos… fueron otros siete gilipollas -Saíd Zuozam, Abderrahim H., Abdelmoula K., Rachid Driouech, Mohammed Talbi. Mohammed B. y Hisham Arousi”.
Al margen de si Facebook se ha excedido o no en la decisión adoptada, la burla de la citada revista es una falta de respeto para quienes, como los almonteños, viven la fe a su manera, sin ofender a nadie. Por tanto, lo mínimo que se puede exigir es que no se les ofenda.
Y es que el pie de foto de “Putos moros: Integrismo religioso en La Meca. Ah, no, que es Almonte” en la imagen que inmortaliza a un grupo de almonteños en el citado ‘salto’ puede ofender no solo a seguidores de la religión islámica sino a quienes pasearon su fe católica por la aldea almonteña el pasado lunes. Por ello, el comentario de Mongolia, como mínimo, ha estado bastante desacertado. Por mucho que la revista quiera alardear de ironía.
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