Madrid, 27.03.15.- Timothy Robenhorst, el padre del menor Kayden, se enteró de que su hijo estaba haciendo bullying a un compañero del colegio y no dudó ni un segundo en imponerle un duro castigo: Le obligó a hacer trabajos de jardinería, sesiones de ejercicios a primera hora de la mañana y a aprender a pedir perdón.
Según ha publicado el Daily Mail y recoge telecinco.es,
para las duras jornadas de entrenamiento físico, Kayden se levantaba de
la cama a las 4:30 de la madrugada y tenía que hacer 50 flexiones
sujetándose con los puños. Después de realizar los ejercicios el joven
tenía que ir a correr a la calle con las frías temperaturas que hacen de
madrugada en Wisconsin.
Pero no todo se queda en
unos cuantos ejercicios físicos, el niño ha tenido que hacer trabajos de
jardinería en dos casas de su padre y ha tenido que pedir disculpas a
su víctima del colegio delante de toda la clase.
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