Sin duda la Campaña Electoral desarrollada por los Socialistas Isleños en las pasadas Elecciones Municipales marcó un antes y un después. Ellos demostraron con el resultado que obtuvieron, cómo los medios utilizados hasta aquel entonces habían quedado absolutamente obsoletos, que era necesario introducir la profesionalidad en el diseño y desarrollo de la Campaña y que era posible ganar las Elecciones un Partido Político, el PSOE concretamente, que no había dado ni “un palo al agua” durante las dos últimas legislatura.
El objetivo de la Campaña Electoral Socialista era, además de acabar con el Gobierno de los Andalucistas, terminar de una vez con la etapa de Paco Zamudio, bajo cuyo sólido liderazgo se habían ganado las tres últimas Elecciones, dos de ellas con mayoría absoluta, lo que había marcado un hito. Para ello eran necesarios grandes recursos económicos, y a tenor del modelo de Campaña que realizaron, lo consiguieron con creces; aglutinar a muchas personas, que personal o políticamente, quisieran terminar con Zamudio y los suyos, y las encontraron -yo me quedé helado cuando vi a algunas de ellas-; apoyo Institucional local y autonómico, y se lo dieron, y un “todo vale”, sin ofrecer ni tan siquiera la cara desagradable de quien acusa abiertamente.
La Campaña, pura y dura, comenzó con la publicación de “El Isleño”. Fue éste un “Periódico” al que se le notaba unos objetivos clarísimos apenas se viera la portada y se leyera los titulares: desprestigiar y atacar directamente a Paco Zamudio y a su Equipo de Gobierno; crear la opinión y después consolidarla de que éramos lo peor del mundo mundial; que este pueblo estaba en la cola de la provincia y que se necesitaba un cambio que habría de venir, sin especificar directamente, de la mano de María Luisa Faneca y los Socialistas. Se trataba, claro está, de que los Socialistas no dijeran directamente en una publicación todo aquello, porque eso restaría credibilidad a lo que decían, sino que lo dijera un “Periódico” sin aparente vinculación política y así ofrecería mayor veracidad. Después, “El Isleño”, y sólo por casualidades de la vida, lo que son las cosas, desapareció a los dos meses de conquistar la Alcaldía los Socialistas. Como se suele decir: “blanco y en botella, leche”.
Mención especial también merece la publicación “Isla Cristina Ahora”, que ofrecía un carácter más amable y menos directo que “El Isleño”, y que, por medio de entrevistas a Isleños sin aparente vinculación directa con ningún Partido, hablaban de temas locales y ofrecían alternativas, que … Era, como siempre dijimos y se demostró, una publicación perteneciente a la Campaña del PSOE, que sin decir que era del PSOE, hablaba de las gentes del PSOE y la necesidad de un cambio en la ciudad. Se trataba también de dar credibilidad a una publicación ocultando quienes realmente la editaban.
Y muchas más cosas y medios: fantásticas comidas con Consejeros incluidos; maravillosos carteles; despampanantes mítines; y promesas, promesas y más promesas; y … ganaron las Elecciones. Bueno, también hay que meter en toda esta coctelera, porque negarlo sería absurdo, algunos desaciertos nuestros, que seguro que los hubo y de los que, como comprenderán, no seré yo quien los airee, y el desgaste normal que se tiene en política después de doce años de Gobierno. Yo creo, sinceramente, que tan perplejos se quedaron ellos de ganar las Municipales por el nº de Concejales y votos que consiguieron, que perplejos nos quedamos nosotros por el nº de Concejales con que la perdimos. Pero bueno, la ganaron, y los ciudadanos Isleños es lo que decidieron..
Convencido estoy que si en principio, cuando comenzaron a gobernar, crearon una lógica ilusión y expectativa por aquello de lo novedoso, más convencido estoy que la desilusión y la decepción es la nota predominante hoy en día en gran parte del electorado que les apoyó y en amplios colectivos ciudadanos. Prometieron tanto y a tantas gentes y colectivos que su incumplimiento les está pasando factura. Por otro lado es realmente “suicida” practicar el tipo de Política de Personal que llevan a cabo, pues detrás de cada despido hay una gran tragedia y muchos familiares y amigos que jamás perdonarán; detrás de cada contrato obligado no hay ni tan siquiera una gratitud, sino una obligación y mil dedos acusadores; las carpas, las comilonas y las continuas fiestas, son buenas las primeras, pero negativas las siguientes cuando no hay dinero para lo fundamental y para tanta necesidad; detrás de cada oponente político también hay familias y amigos, compañeros y electores que hacen suyo el desprecio y la arrogancia de la que son objetos; la inactividad en la realización de calles, plazas, nuevas instalaciones, etc. crean el desánimo y la decepción, etc, etc, etc. En fin, demasiadas cosas negativas, en tan poco tiempo.
Recuerdo ahora una conversación distendida que tuve a principios de Legislatura en los soportales del Ayuntamiento a la salida de un Pleno. Yo les decía a los dos compañeros de Corporación, entre otras cosas, algo así: “Lo primero que tenéis que aprender es que la política es efímera y un día, aunque hoy os parezca imposible, os echarán del poder, como a nosotros nos han echado ahora. Los Andalucistas hemos estado 12 años gobernando Isla Cristina, nos encontramos un pueblo, y por mucho que se quiera decir lo contrario, lo hemos dejado transformado en una ciudad; ¿ que hemos cometido errores?, seguro que sí, pero en la balanza seguro que hay más aciertos. Veremos a ver el tiempo que estáis ustedes y el resultado que presentáis”.
El objetivo de la Campaña Electoral Socialista era, además de acabar con el Gobierno de los Andalucistas, terminar de una vez con la etapa de Paco Zamudio, bajo cuyo sólido liderazgo se habían ganado las tres últimas Elecciones, dos de ellas con mayoría absoluta, lo que había marcado un hito. Para ello eran necesarios grandes recursos económicos, y a tenor del modelo de Campaña que realizaron, lo consiguieron con creces; aglutinar a muchas personas, que personal o políticamente, quisieran terminar con Zamudio y los suyos, y las encontraron -yo me quedé helado cuando vi a algunas de ellas-; apoyo Institucional local y autonómico, y se lo dieron, y un “todo vale”, sin ofrecer ni tan siquiera la cara desagradable de quien acusa abiertamente.
La Campaña, pura y dura, comenzó con la publicación de “El Isleño”. Fue éste un “Periódico” al que se le notaba unos objetivos clarísimos apenas se viera la portada y se leyera los titulares: desprestigiar y atacar directamente a Paco Zamudio y a su Equipo de Gobierno; crear la opinión y después consolidarla de que éramos lo peor del mundo mundial; que este pueblo estaba en la cola de la provincia y que se necesitaba un cambio que habría de venir, sin especificar directamente, de la mano de María Luisa Faneca y los Socialistas. Se trataba, claro está, de que los Socialistas no dijeran directamente en una publicación todo aquello, porque eso restaría credibilidad a lo que decían, sino que lo dijera un “Periódico” sin aparente vinculación política y así ofrecería mayor veracidad. Después, “El Isleño”, y sólo por casualidades de la vida, lo que son las cosas, desapareció a los dos meses de conquistar la Alcaldía los Socialistas. Como se suele decir: “blanco y en botella, leche”.
Mención especial también merece la publicación “Isla Cristina Ahora”, que ofrecía un carácter más amable y menos directo que “El Isleño”, y que, por medio de entrevistas a Isleños sin aparente vinculación directa con ningún Partido, hablaban de temas locales y ofrecían alternativas, que … Era, como siempre dijimos y se demostró, una publicación perteneciente a la Campaña del PSOE, que sin decir que era del PSOE, hablaba de las gentes del PSOE y la necesidad de un cambio en la ciudad. Se trataba también de dar credibilidad a una publicación ocultando quienes realmente la editaban.
Y muchas más cosas y medios: fantásticas comidas con Consejeros incluidos; maravillosos carteles; despampanantes mítines; y promesas, promesas y más promesas; y … ganaron las Elecciones. Bueno, también hay que meter en toda esta coctelera, porque negarlo sería absurdo, algunos desaciertos nuestros, que seguro que los hubo y de los que, como comprenderán, no seré yo quien los airee, y el desgaste normal que se tiene en política después de doce años de Gobierno. Yo creo, sinceramente, que tan perplejos se quedaron ellos de ganar las Municipales por el nº de Concejales y votos que consiguieron, que perplejos nos quedamos nosotros por el nº de Concejales con que la perdimos. Pero bueno, la ganaron, y los ciudadanos Isleños es lo que decidieron..
Convencido estoy que si en principio, cuando comenzaron a gobernar, crearon una lógica ilusión y expectativa por aquello de lo novedoso, más convencido estoy que la desilusión y la decepción es la nota predominante hoy en día en gran parte del electorado que les apoyó y en amplios colectivos ciudadanos. Prometieron tanto y a tantas gentes y colectivos que su incumplimiento les está pasando factura. Por otro lado es realmente “suicida” practicar el tipo de Política de Personal que llevan a cabo, pues detrás de cada despido hay una gran tragedia y muchos familiares y amigos que jamás perdonarán; detrás de cada contrato obligado no hay ni tan siquiera una gratitud, sino una obligación y mil dedos acusadores; las carpas, las comilonas y las continuas fiestas, son buenas las primeras, pero negativas las siguientes cuando no hay dinero para lo fundamental y para tanta necesidad; detrás de cada oponente político también hay familias y amigos, compañeros y electores que hacen suyo el desprecio y la arrogancia de la que son objetos; la inactividad en la realización de calles, plazas, nuevas instalaciones, etc. crean el desánimo y la decepción, etc, etc, etc. En fin, demasiadas cosas negativas, en tan poco tiempo.
Recuerdo ahora una conversación distendida que tuve a principios de Legislatura en los soportales del Ayuntamiento a la salida de un Pleno. Yo les decía a los dos compañeros de Corporación, entre otras cosas, algo así: “Lo primero que tenéis que aprender es que la política es efímera y un día, aunque hoy os parezca imposible, os echarán del poder, como a nosotros nos han echado ahora. Los Andalucistas hemos estado 12 años gobernando Isla Cristina, nos encontramos un pueblo, y por mucho que se quiera decir lo contrario, lo hemos dejado transformado en una ciudad; ¿ que hemos cometido errores?, seguro que sí, pero en la balanza seguro que hay más aciertos. Veremos a ver el tiempo que estáis ustedes y el resultado que presentáis”.