viernes, 14 de octubre de 2011

Sigue sin poder embarcarse dos meses después de que el ISM lo impidiese por su tartamudez

Nos preguntan varios lectores por el caso del joven de El Rompido Rafael Vázquez Ross al que el Instituto Social de la Marina no le permite trabajar en el mar pese a tener todos los títulos necesarios. La excusa, como todos sabemos, es la disfemia que padece, es decir, su tartamudez, que le impediría dar la voz de alarma.
Peón de lavandería, de mantenimiento naval, de limpieza, de albañilería en varias empresas, expendedor en dos gasolineras (una de vehículos y otra de embarcaciones) o mantenimiento en un parque acuático son algunos de los trabajos que ha desempeñado este hombre, de 34 años de edad.
A su amplia trayectoria laboral suma una importante formación, habiendo participado en cursos tan diversos como dos de Formación Profesional Ocupacional (Nivel I de Protección Civil y Socorrismo Acuático), y dos talleres de empleo (Agricultura Ecológica y Acuicultura), además de poseer el Certificado de Escolaridad y de haber terminado el primer curso de Jardinería en un instituto de Formación Profesional. También ha sido voluntario de Protección Civil en Cartaya durante 12 años.
Pero, sin embargo, el in embargo, se topó con un muro al ser descalificado por los médicos examinadores al decirle que por su tartamudez impediría dar la voz de alarma en caso de accidente o emergencia de un barco. Vásquez Ross presentó incluso un recurso ante el Instituto Social de la Marina contra dicha decisión pero, dos meses después, sigue sin posibilidad de embarcarse. Además, cada vez más desesperado por una situación que cree injusta a todas luces.

2 comentarios:

onubense_87 dijo...

Este caso merece que la gente, por vergüenza torera aunque sea, se eche a la calle de una vez, hombre. Esto es una pasada.

Anónimo dijo...

rafael, estamos contigo!!