lunes, 13 de octubre de 2014

Los enigmas de Colón: ¿Dónde está enterrado realmente?



Huelva, 13.10.14.- Tanto el nacimiento como el enterramiento de Cristóbal Colón siempre han estado rodeados de enigmas. Aunque un estudio de ADN realizado en 2006 asegura que el ilustre almirante reposa (en parte) en la Catedral de Sevilla, en República Dominicana se asegura que el descubridor de América descansaría en aquel país. Por tanto, ¿estarán repartidos los restos óseos de Colón en ambos países?

Se sabe a ciencia cierta que el descubridor del Nuevo Mundo murió el 20 de mayo de 1506 en Valladolid, dejando como heredero a su hijo primogénito, Diego Colón.

El almirante fue enterrado inicialmente en el Convento de San Francisco de Valladolid y posteriormente sus restos fueron trasladados al Monasterio de la Cartuja de Sevilla. Pero en 1542, por deseo expreso de su hijo Diego, los huesos de su padre serían trasladados a Santo Domingo (República Dominicana), en un viaje póstumo que no terminaría ahí, según recordaba recientemente laaventuradelahistoria.es.

En 1795 los franceses conquistan Santo Domingo, lo que precipita de nuevo el traslado de los huesos del navegante, esta vez a La Habana, desde donde serían llevados a la Catedral de Sevilla tras la Guerra de la Indepencia de Cuba (1895-1898).

Sin embargo, en 1877 saltó de nuevo la duda sobre el destino final de los huesos de Colón al aparecer una caja supuestamente con sus restos en la Catedral de Santo Domingo. Huesos que serían trasladados posteriormente al Faro de Colón, monumento funerario construido por el gobierno dominicano para preservar los huesos del almirante.

Así las cosas, muchos se preguntan: ¿dónde está enterrado Colón: en Santo Domingo o en Sevilla? Para dilucidarlo, se propuso tomar muestras de ADN de ambos conjuntos óseos, pero las autoridades dominicanas pospusieron en 2005 la apertura de la tumba.

En 2006, finalmente, un equipo de investigación coordinado por el profesor José Antonio Lorente, director del Laboratorio de Identificación Genética de la Universidad de Granada, confirmó que los huesos de la Catedral de Sevilla pertenecen a Colón: “Un varón de entre 50 y 70 años, de origen mediterráneo, medianamente robusto, de talla mediana, sin patología u osteoporosis y con alguna caries”.

Un estudio científico que no descarta, sin embargo, la existencia de restos óseos del almirante en otros lugares, ya que los huesos custodiados en Sevilla no alcanzan el quince por ciento del esqueleto.

Por tanto, a la espera de un hipotético estudio científico que lo confirme, los restos de Santo Domingo también podrían pertenecer al gran navegante y descubridor del Nuevo Mundo.

Cinco siglos después de su muerte, también se ignoran otros datos clave de su biografía, como dónde y cuándo nació, o de qué información disponía cuando emprendió el viaje al Nuevo Mundo.

La tesis más aceptada sobre su lugar de nacimiento es la que sostiene que nació hacia 1450 en Génova (Italia), y que era hijo de un modesto comerciante de lanas llamado Domenico Colombo y de su esposa, Susanna Fontanarossa, pero hay teorías para todos los gustos.

Entre ellas las que afirman que era gallego, como dice el escritor Celso García de la Riega, o portugués, como aseguró José Rodrigues dos Santos en su novela “El Códice 632″.

Otros, como propuso en la década de 1920 el historiador peruano Luis de Ulloa, afirman que Colón realmente era Joan Colom, un noble catalán que luchó contra el rey Juan II de Aragón.

Recientemente el filólogo Jordi Bilbeny aventuró que Colón pertenecía a la nobleza barcelonesa y que fue diputado, gobernador, militar, corsario y miembro del Consejo de Estado.

A Colón se le ha descrito también como un noble castellano y como un judío converso, lo que, según el historiador y biógrafo Salvador de Madariaga, explicaría que intentara ocultar su origen.

Hay también varios estudios que sitúan su cuna en las islas Baleares, entre ellos uno de Nito Verdera, que llega a la conclusión de que su lengua materna era el catalán y que nació en Ibiza.

Otro asegura que vino al mundo en Felanitx, en la isla de Mallorca, y que era hijo de Carlos, Príncipe de Viana y hermanastro del Rey Fernando el Católico, y de Margarita Colón.

La infancia y juventud del Descubridor son también inciertas: se ha dicho que trabajó como tejedor, comerciante e incluso que fue corsario.

También es oscura su llegada a Portugal, al parecer, nadando y como único superviviente de un naufragio; y los años siguientes, cuando concibió su plan para viajar a las Indias por una nueva ruta.

Algunos investigadores sospechan que Colón sabía más de lo que decía cuando presentó su proyecto a los Reyes Católicos, y que por eso insistió en hacer constar por escrito en las Capitulaciones de Santa Fe sus derechos futuros sobre las tierras por descubrir.

Sobre este asunto se han hecho muchas conjeturas, entre ellas, que consiguió datos de una expedición templaria que supuestamente había viajado con anterioridad a América; que encontró un mapa del que “copió″ la ruta, o que recibió información de un “piloto desconocido” que murió en sus brazos.

Esta última, apuntada en su época por Fray Bartolomé de las Casas y el Inca Garcilaso, ha sido apoyada hace algunas décadas por historiadores como el español Juan Manzano, quien supuso que Colón elaboró su proyecto gracias a los datos que le facilitó un náufrago que ya había realizado previamente el viaje y que le dio detalles de las tierras existentes al otro lado del océano y de la ruta para llegar a ellas.

Fotos: Retrato de Colón y tumbas del almirante en Sevilla y República Dominicana.

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