Cuando estos días se cumplen 25 años del derribo de un muro, en Berlín, otros se empeñan en levantarlos, en Cataluña. La foto de Bild, tal y como la han descrito algunos, me parece “impresionante”. El que se asoma a la puerta de Brandenburgo en silla de ruedas no es otro que Helmut Kohl, testigo y canciller entonces de aquel derribo que a algunos debiera servir para remover conciencias.
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