Madrid / 18.01.15.- (Opinión) Más de 2.000 civiles murieron días atrás en diversos ataques en Nigeria por parte de la secta islamista Boko Haram, en la región de Baga. Sin embargo, llama la atención su escasa repercusión mediática internacional de dichos sucesos. Ello está provocando que el asunto, pese a su gravedad, esté pasando prácticamente desapercibido. Al menos en la sociedad española. Da la impresión, por tanto, que para muchos, no debe ser noticia.
Sin embargo, las imágenes de la matanza publicadas por Amnistía Internacional (AI) muestran la crueldad, la barbarie que provoca el fanatismo.
A este respecto, el investigador de la ONG para el país Daniel Eyre ha indicado que las imágenes "muestran una devastación de proporciones catastróficas en dos localidades --Baga y Doron Baga--, una de las cuales fue prácticamente borrada del mapa durante el espacio de cuatro días", entre el 2 y el 7 de enero.
"De todos los asaltos de Boko Haram analizados por AI, este es el mayor y el más destructivo hasta la fecha. Es un ataque deliberado contra civiles cuyas casas, clínicas y escuelas están ahora en ruinas", ha agregado.
Pese a ello, hasta la fecha, el Gobierno de dicho país solo ha reconocido la muerte de 150 personas en dichos atentados.
En fin, qué poco no sigue llamando ese mundo que ahora llamamos 'en vías de desarrollo'.
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