domingo, 14 de junio de 2015

Gibraleón: El nieto de Castillo Lastrucci conoció el Cristo de la Sangre que creó su abuelo

 Gibraleón, 14.06.15.- Las manos del insigne imaginero sevillano Antonio Castillo Lastrucci tuvieron el privilegio de moldear la imagen del Cristo de la Sangre. Él supo darle forma y expresividad al Señor de Gibraleón, de cuya bendición se cumplen estos días el 75 aniversario.
 Dentro de esta efeméride, su nieto, Adolfo Arenas Castillo, ex presidente del Consejo de Hermandades y Cofradías de Sevilla y ex hermano mayor de la Hermandad de la Hiniesta, fue invitado por la Hermandad del Cristo de la Sangre a pronunciar una conferencia que más que eso se convirtió días atrás en una charla coloquio entre él y los muchos cofrades que llenaron el Convento del Vado, en la que tuvo lugar.

 
Arenas Castillo fue presentado por el cofrade y exalcalde olontense José Luis Rodríguez, quién precisamente contactó con él inicalmente para que visitase Gibraleón y pudiese conocer ‘in situ’, en la iglesia del Carmen, la imagen que creó su abuelo.

Cristo de la Sangre 1En la mayoría de sus intervenciones donde habla de su abuelo, siempre ha dejado claro que sólo sabía hacerlo de una forma, que es coloquial “porque de un familiar al que quise tanto – yo perdí a mi madre siendo un niño y me criaron mi abuelo y mi abuela-, de alguna manera tengo que hablar de él con una entrañabilidad que ustedes sabrán excusar”.

Para el invitado al Convento del Vado, hablar de Castillo Lastrucci como escultor o como imaginero puede ser demasiado, entre otras cosas porque –reconoce- “hay personas mucho más autorizadas”.

Bajada del Cristo de la SangrePero sobre todo, el nieto de Castillo Lastrucci habló de la figura humana de un hombre que nace cuando expira el siglo XIX, en 1882, en un barrio tremendamente castizo de Sevilla como es la Alameda de Hércules.

“Yo podría hablarles de las características de su obra, de la blandura, les podría hablar del espíritu mediterráneo que se refleja en sus obras, de que él distingue perfectamente entre los buenos, los malos y los que están de testigos: los impasibles”, ha comentado.

Pero ha destacado, sobre todo, que “para mí, fue un hombre bueno que dio todo lo que pudo dar, que quizás se quedo esperando algo que nunca le llegó, pero sea lo que sea, yo estoy orgulloso de ser su nieto y desde aquí lo único que quiero es decirle que descanse en paz”.

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