Gibraleón, 14.06.15.- Las manos del insigne imaginero sevillano Antonio Castillo Lastrucci
tuvieron el privilegio de moldear la imagen del Cristo de la Sangre. Él
supo darle forma y expresividad al Señor de Gibraleón, de cuya bendición
se cumplen estos días el 75 aniversario.
Dentro de esta efeméride, su nieto, Adolfo Arenas Castillo, ex
presidente del Consejo de Hermandades y Cofradías de Sevilla y ex
hermano mayor de la Hermandad de la Hiniesta, fue invitado por la
Hermandad del Cristo de la Sangre a pronunciar una conferencia que más
que eso se convirtió días atrás en una charla coloquio entre él y los
muchos cofrades que llenaron el Convento del Vado, en la que tuvo lugar.
Arenas Castillo fue presentado por el cofrade y exalcalde olontense
José Luis Rodríguez, quién precisamente contactó con él inicalmente para
que visitase Gibraleón y pudiese conocer ‘in situ’, en la iglesia del
Carmen, la imagen que creó su abuelo.
En la mayoría de sus intervenciones donde habla de su abuelo, siempre
ha dejado claro que sólo sabía hacerlo de una forma, que es coloquial
“porque de un familiar al que quise tanto – yo perdí a mi madre siendo
un niño y me criaron mi abuelo y mi abuela-, de alguna manera tengo que
hablar de él con una entrañabilidad que ustedes sabrán excusar”.
Para el invitado al Convento del Vado, hablar de Castillo Lastrucci
como escultor o como imaginero puede ser demasiado, entre otras cosas
porque –reconoce- “hay personas mucho más autorizadas”.
Pero sobre todo, el nieto de Castillo Lastrucci habló de la figura
humana de un hombre que nace cuando expira el siglo XIX, en 1882, en un
barrio tremendamente castizo de Sevilla como es la Alameda de Hércules.
“Yo podría hablarles de las características de su obra, de la
blandura, les podría hablar del espíritu mediterráneo que se refleja en
sus obras, de que él distingue perfectamente entre los buenos, los malos
y los que están de testigos: los impasibles”, ha comentado.
Pero ha destacado, sobre todo, que “para mí, fue un hombre bueno que
dio todo lo que pudo dar, que quizás se quedo esperando algo que nunca
le llegó, pero sea lo que sea, yo estoy orgulloso de ser su nieto y
desde aquí lo único que quiero es decirle que descanse en paz”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario